La cara, es la del soldado descosido: aquel que dió su vida al pedo excelso.
La careta, un imprevisto mañanero: una bolsa de consorcio útil para mantener el anónimo y la promiscuidad elemental. Termonuclerianismo ante la intemperie, aloe con espinas.
DEspués, o antes, hubo o hay variaciones, particularidades, incluso atrocidades místicas.
Ni cinco de pelota.
martes, 30 de septiembre de 2008
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soledad del hermoso hombre croto |
sábado, 27 de septiembre de 2008
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libertad y otras intoxicaciones |
La conjura es un revoltijo de recuerdos y olvidos.
¿Que hubiera pasado, si Trejo en vez de interrumpir las funciones de Libertad en aquel 1967, las hubiese dejado continuar y evolucionar? ¿Él se habría convertido en algo parecido a un conductor como Araiz, que también anduvo por el Di Tella? ¿El elenco de Libertad, hubiéramos obtenido el nivel de popularidad de Les Luthiers, que también empezaron en el Di Tella como "El Musichisti"? Pienso que los resultados hubiesen sido absolutamente distintos a los ejemplos que cito -los cito por coetaneidad-, por la curiosidad de no saber que hubiera pasado si no hubiéramos destruido el diamante que habíamos descubierto.
La interna del grupo, para mi en lo personal fue algo ajeno. Se que todos los que participábamos dábamos la vida por el espectáculo. Hubo una interna. De León llamó a Trejo "saboteador". Trejo decía que De León la exageraba con la puñeta. Yo no entendía. Trejo veía las funciones bajo los efectos del ácido lisérgico y quería traer tigres de bengala para que olieran a los actores ante el público, además se volvió cholulo de si mismo. El agasajo de la prensa lo fascinó y desvalorizó al elenco. El elenco y el director discutieron y Libertad se acabó.
Pasaron cuatro décadas y todos hicimos nuestras vidas. Algunos seguimos cometiendo errores, otros no y algunos, nostálgicamente, retornaron a sus vidas antiguas o murieron.
Trejo reaparece casi del más allá, blanco y ceniciento, casi ciego con una Marianela que lo conduce por los espacios, y convoca al carozo de aquel error. Tal vez la propuesta sea retomar desde donde dejamos las cosas del 67, pero Trejo no lo aclara. Valora la nostalgia e incide militarmente sobre ella. Es el mismo de antes.
Retornamos a nuestras posiciones, entonces Mario me reta: "Bajá el volumen de voz. Hablás muy alto". "No te repitas con tus recuerdos. Obvialos. Anotalos con fecha y después me los lees y te los corrijo para que los publiques, pero ¡Basta de regarlos por ahí!"
La severidad es la misma que la del 67. Igual que entonces, hoy todo sucede abruptamente y Mario sabe que no debemos equivocarnos. Si uno se equivoca ante el otro, el otro se ve obligado a cumplir el papel de verdugo y fusilar al transgresor. Como en Libertad, los roles rajantes rotan, y Mario me sigue dirigiendo.
viernes, 26 de septiembre de 2008
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Caicedo |
Fuimos mucho al cine. Fue lo que más hicimos juntos, el resto fue intercambiar nuestros escritos, y proyectos... Robar una librería inmensa que existía en Cali que no me acuerdo como se llamaba. El plan era entrar por los techos un sábado a la noche y llevarnos toda la literatura que necesitábamos.
La gente del TEC que era de izquierda, aceptaba a Andrés aunque él (como yo) fuera severamente apolítico.
El teatro que hacíamos con Marta ("mímica ritual") no le gustaba a Enrique Buenaventura (el conductor del TEC), porque le parecía -con cierta sorna- que hacíamos "happening". De todas formas nos presentaron en su sala y nos fue muy bien con "Ssshagrada". Por esos días apareció por allí, una pareja de argentinos que hacía un show de "canción protesta". La gente del TEC les pidió una muestra para aceptarlos o no, como hicieran con nosotros. Las canciones de los argentinos reiteraban la explotación de los "burgueses" hacia los "indios" y decían algo así como "burgués de mierda, te vamos a reventar". Inmediatamente, la gente del TEC se promulgó en oponerse a la presentación de estos argentinos. "¡¿Por qué?!". Respondió Buenaventura: "Porque lo que ustedes dicen es una idiotez. ¿Qué tienen en contra de los burgueses? Los burgueses hicieron la Revolución Francesa. La mayoría de mis amigos son burgueses. Si estoy en situación de guerra, no voy a odiar a mi enemigo por su condición social... De ninguna manera. El espectáculo de ustedes -¡ideológicamente!- no puede ser presentado en el TEC". Los argentinos saltaron irritadísimos y nos señalaron a Marta y a mí: "¡¿Por qué a nosotros no, y a ellos si?!". La respuesta de Buenaventura fue más inmediata aún: "¡Por qué no se los entiende! Qué se yo lo que quieren decir con sus gritos y espamentos. Tal vez si se los entendiera, nosotros nos opondríamos, pero como no se los entiende, les damos la sala".
Esa era la gente que apañaba a Andrés. En el TEC, Caicedo podía proponer, hacer y deshacer, que todos estaban dispuestos a apoyarlo en cualquiera de sus iniciativas. Pero Andrés era un disconforme.
Meses después, Marta y yo viajamos a Bogotá, hicimos teatro en La Mama y en La casa de la Cultura, y cuando estábamos haciendo un show en una discoteca donde ella y yo consumiamos todas las drogas y evidenciábamos un intercambio sexual -un tanto exagerado- con cualquiera, Caicedo cayó allí de visita y nos contempló con lástima.
Dejamos de vernos. Pasaron los años. En 1975, cuando volvimos a pasar por Bogotá, lo reencontramos nuevamente. Ya era un personaje de culto. Había viajado a Estados Unidos y publicado libros. En aquel entonces no fuimos tan afines como en el mágico Cali del primer encuentro. Lo recuerdo en una fiesta nocturna de Bogotá, rodeado por sus admiradores... extremadamente aburrido.
Después cuando me enteré de su muerte, no se si yo aún estaba en Bogotá, o ya había arrivado a Buenos Aires. Recuerdo que Marta me dijo: "¿Te acordás con la cara que nos miró cuando nos vió en la discoteca tan drogados? Como que se le deshizo algo ¿no?".
Ahora leo las notas periodísticas que lo rescatan literaria y filosóficamente. Es tal la fuerza del recuerdo, que no se que decir. Salvo inventar la concreción de alguno de aquellos proyectos marginales y excelsos que charláramos en Cali.
martes, 23 de septiembre de 2008
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trazas del tinglado |
Trejo dijo: "¡Se está tendiendo el tinglado!".
El tinglado entonces sería una trampa para elefantes. Gigantesca fosa disimulada en alguna avenida o calle de la ciudad.
Entonces el tinglado también sería una red suficiente, incluso una carpa blindada colmada de alimentos frescos. Irremediablemente: un lugar público.
La cita es mañana, aunque el punto de conjura sea tanto en el Abasto como en San Telmo, sabiendo que terminaremos en un lugar absolutamente incierto y certero.
Por lo que a mi corresponde, al empezar la noche, estaré en el sitio que marcó Trejo, en el Abasto, donde está la piscina que Godard usara para filmar "Alphaville".
domingo, 21 de septiembre de 2008
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hugo del carril |
La sensibilidad me parte la próstata, los riñones, los testículos.
Paté foi vivo, spirit y gusano, morcillón del ayer aplastado por imberbes camionzuelos.
Escucho a Hugo del Carril cantando "Pampa mia" y me pongo a llorar.
Mi madre me diera un consejo, tal vez el único referente a las artes escénicas que ella pronunció. En una carta cuando yo me encontraba en Méjico en medio de la década del viaje teatral, díjome: "¿Por qué no lo visitas a Hugo del Carril que se encuentra en estos momentos en Méjico, y le cuentas de tí? A mi, Hugo del Carril siempre me pareció un hombre de bien".
No seguí el consejo de mi madre y no busqué a Hugo del Carril en Méjico.
Luego, después que todos hemos muerto, por la cuarenta en la nueve dos siete, pasan "Adíos Pampa mía" cantado por Hugo del Carril.
lunes, 15 de septiembre de 2008
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tarot |
En principio, manifiesto la extrañeza ante la permisión identificatoria. Extrañadura que me compulsa a aprender a tocar piano.
Vengo a mi, a reconocer el vaticinio de mi astrólogo preferido (fallecido hace años por escesos tabacales), cuando en una drástica lectura de una tirada de tarot a principios de los ochenta, me dijo: "Su prestigio es la gratuidad de su existencia. Usted le huye a la escalada social".
En aquel momento, aquella identificación me sorprendió pero no me pareció dudosa como el resto de la lectura. "Dudosa" desde un punto de vista quirúrgico, pues sobre mi descreimiento existencial destas prácticas místicas, conozco como va a ser mi muerte gracias a aquella lectura de cartas.
Dejando de lado los pormenores que hicieron que el astrólogo y yo fraternizáramos durante un tiempo realativamente largo, su profecía fue una coincidencia con la realidad (confrontación del "valle de lágrimas", o "campo de experimentación").
He ahí que asumiendo con orgullo que siempre fuí un pésimo comerciante, sé que el mejor negocio es perder. No siempre. Desde un punto de vista contable, quedaría un margen ganancial: la contemplación y su permisión.
sábado, 13 de septiembre de 2008
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fernet |
El no saber porqué el camino está llano, compulsa a la copa de fernet, la copa supermercada y gruesa que otorgan los aspiradores de sahumerios encendidos a la intuición perdida o encontrada de los demás dioses o demonios que pierden sus cabezas merced a los cortantes jurídicos y onomatopéyicos.
Ganas de bailar entre millones de personas perdiendo el tiempo.
Saquemos las multitudes de lado y vayamos al fernet mientras el sahumerio ahumea en medio de un temporal. ¡Injurias! ¡Injurias!
El tema de la composición no dependía ni tendía a estos pormenores. Por eso cualquier palabra habla de vos, seas quien seas en el pasado y en la fantasía. Habla de vos que pasas y posas a mi lado, sin saludarme, o a lo sumo mandando un saludo humanitario general a las tropas humanas de la circunstancia, o contrayendo matriarcados turísticos hacia futuros embelesados de vaivenes y bellezas inusitadas (elefantes que alzan la cola poniendo la trompa de perfil).
La copa exagerada de fernet que anoda, el teatro del amor pèrdido en el tiempo como siempre. Fernet que anuda previa horca testicular. Anoda Nudo Intrínsico y la palabra precisa al disimular la guillotina del bisturí cartonero.
No sería de extrañar que un día destos yo llegue a la imagen Web del agujero negro que nunca muestro y sigo guardando en la felicidad infantil de un olvidado y gigante espejo biselado.
Ahora que la copa ha llegado a su fin, te extraño mi amor de entonces y siempre.
martes, 9 de septiembre de 2008
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Quijoxel |
Muchos viejos vagabundos, en lugar de morir, nacieron a repetición. Algunos, como el pintoresco Pelota de Humo, con su clásica gorra de capitán sin barco, siente verguenza de volver al Caribe donde antes lo esperaban los mejores hoteles con alojamuerto grátis. No se anima. La vejez lo ruboriza aunque siga remendando deshauciadas calderas de viejos buques piratas en el puerto de Colón, en Panamá.
Los viejos vagabundos saben que renacer es efímero.
Porqué de los hombres-mariposa.