EL cuore

el sagrado corazón de Jesús
los anticuchos peruanos
el bobo
los latidos del corazón del pollo que sale del huevo
el último latido del maestro que muere en el quirófano
el corazón como pelota de fútbol.
Ese músculo mítico del que no se esperan traiciones, aunque tradiciones.

Viejo Gavioto. Escultura.

vida elíptica

La noche es otra cosa y la cosa es un monstruo y es una maravilla. La diferencia es con la mañana. Aquellos que cantan, aquellos que trabajan, se encargan de valorizar esa diferencia. La carne y el vino. La bala y el beso. Tantas noches y amaneceres.

Agenda53.-

cantata nocturna

Ayer noche tocaron timbre. Me asomé al balcón y en la vereda vi 5 masculinos de blanco, muy sonrientes. "Somos hombres de Dios y venimos a participar contigo". Les agradecí la molestia y me recluí en mis espacios chequeando cerrojos y trabas de las puertas de calle. Cuando volví al balcón, vi que mis vecinos, un matrimonio cuarentón, los invitaba a pasar. Iluminados por el farol de seguridad, los hombres de Dios tenían una facha impresionante, muy sonrientes, afeitados y perfumados. "Con permiso". "Gracias"...
A la hora más o menos: ruido de jarana, jaleo, risas y cantos a capela: "Jesús es nuestro salvador..." etc. No se si cantaron un  padrenuestro con ritmo salsa y coro de alaridos.
Los escuché un rato, molesto por el escándalo, pero al fin me recluí mirando una tanda de "tales from the cript" por internet, y me dormí.
Hoy por la mañana temprano, crucé al matrimonio en la calle. Los vi pálidos y como avergonzados. Evitaron saludarme como hacen habitualmente. El caminar de ambos era el típico de aquellos que curtieron una intromisión anal prolongada. Supuse también un intercambio de bienes materiales (electrodomésticos, dinerillos, etc.), pero, respetando el mutismo de la pareja, no les pregunté nada.

Agenda53.-

a 90 grados

En 1994, un crítico de arte me dijo: "¡Cómo has crecido!". Interpreté un crecimiento perpendicular y le pregunté qué quería decir con eso. Creo que me explicó que se refería al tamaño de las esculturas. A poco, el crítico murió y yo empecé a hacer esculturas cada vez más pequeñas, hasta perderlas de vista.

Agenda53.-

hacer lo que cantan las pelotas

El humor negro está lleno de variabilidades. El descubrimiento de lo buscado suele suceder cuando ese encuentro de lo buscado perdió su sentido, y gran jocosidad en baños públicos clamorosos lacrimosos.
Por un lado, el autocriticismo lleva por mal camino y por otro, se hace lo que se puede. "Llevó" e "hizo".
Soy lerdo en mi desempeño porque frente a la esclavitud laboral, elegí el estado vacacional vital desde la veinteañería. Así, no quería volver al pasado. Sin embargo...
Hay una forma verbal de hacer las cosas. Decir lo antiguo como algo que se está averiguando. Ir al muere con boca llena de risa.

Agenda53.-

el texto no vale la pena comprenderlo

La cuestión de los valores es antigua. A veces la situación geográfica importa (entre el mucho y el poco: mucho). Pero, si la comprensión no importa, ¿para qué hablar?. Esta pregunta ha llevado (elevado) a muchas personas a la condición de "relojeros", ojeros expertos en mecanismos minuciosos y cuando se destaparon con la invención del reloj cu-cú, merecieron la burla de Orson Welles. Minucia que aparece cuando lo genérico se personaliza.
Tal vez la importancia de la que la palabra carecía, estaba en el mar y el viento o en la ciudad aglomerada.
Texto como pretexto. Antes de la palabra, el lugar de la palabra, el lugar que deja de ser.

Agenda53.-

semáforos para satelites

el arte de agrandar inflamar lo minúsculo no convierte al chiquitaje en un mes de mayo derramado por todos lados. Si, en un enero aerostático que explota asombrando a las masas que viven pendientes de los sucesos que acontecen en el cielo.
Agrandar es inflar y existen máquinas tremebundas presurizadoras que la municipalidad ha dispuesto a lo largo de las avenidas para que los peatones se inflen por la boca, el culo, o el ombligo, evitando agarrarse a trompadas por la falta de oxigeno que se agudiza al mediodía.

Agenda53.-

el escrito no se entiende, hay balazos

Había ajos, una mancha de vino sobre los cuentos de Sebastían Gaviolo, y un nanonelino virgen. Tampoco faltó un rollo de cocina, durante la huelga crítica.
Entonces el resumen de los olvidos sería más bien, una cuestión de confianza (¿fe?) en los demás, pues lo propio era repetitivo, siempre esperanzado.

Cuaderno 2 (fragmento).

descompresión del texto criptico

En 1944 yo contaba con un año de vida y no tenía la mínima capacidad de entender la literatura de Chela y mucho menos la saga dirigida a la "tía Negra". Tal vez el grafismo o el membretado de los manuscritos, podría haber despertado alguna iluminación o atracción. Pero no. Como personajes insertados tanto en la realidad como en la ficción epistolar, Chela y yo estuvimos tan alejados que tuvo que pasar más de medio siglo, por no decir uno entero, para que se diera el apercibimiento.
No veo el porque del asombro, habiendo conceptos que necesitaron varios siglos cuando no milenios, para ser comprendidos.
Lo curioso es que contándose por millares los lectores de las epístolas de Chela, los que llegan a entenderla, pueden ser contados con los dedos de una mano.

"Exuma". Casa de la Cultura. Bogotá. 1970.

Chela a Negra. Documento original de 1944.-

El documento fue censurado y eliminado luego de una exhibición pública de cinco días hábiles, más el lucro gratuito de un sábado y un domingo, completos.

bolsas llenas

El palabrerío acompaña las diligencias calmas y las apresuradas, las equivocadas y las necesarias.
Que es una forma de la alegría y la tragedia.
Formal burucuntún de fechorías memorables que rompen las paciencias de aquellos pacientes circunstanciales con palabreríos a tope.

Jacques Prévert por Sábat. Clarín. 17/3/2013. Pág. 3.-

patos saltimbanquis

Una gansada se está armando... Se entiende así, una reunión, un amontonamiento, una aglomeración de gansos.
La gansada es un ideal palmípedo humano y cuando se concreta, en vez de gansos hay una banda infernal de patos en situación encharcada.
Los paisajistas recomiendan que esto no se concrete, pues se distorsiona la ecología y los humanos que atraviesan la gansada se sugestionan y se introducen en los misterios del pato a la cacerola, con la facilidad propia de los sicópatas sociales.
Si a unas cuadras de la gansada llega a haber un estadio de fútbol, el caos es festivo con saltos

mortales.Triples y dobles.

Dibujo.

la magia del aire fresco

Después de toda una vida, o varias vidas, marcadas por el desconformismo y la desidia, la aceptación tiene cara de viento, de brisa atemporal. Sucede cuando por la mañanita linda, el ladrón y el robado se reconocen y preguntan emocionados por sus pasados, por lo que quedó y no supo el uno del otro. "Se lo ve muy bien" "Ahí ando. Con uno que otro tijeretazo". El saludo es breve y emotivo, consagrado con un apretón de manos. Lo que ambos no saben, es quien fue el ladrón y quién el robado.

Cuaderno 2 (fragmento).-

el asesinato de la batata

¡Para qué se hacen hoyos de más de cinco metros de profundidad?
Desde el punto de vista cinematográfico, para enterrar cadáveres, vigilar ensoñaciones, alejar recuerdos...
El entierro de la batata es  más subcutáneo, más a flor de piel.
Sin embargo
Nunca falta alguien que entierra la batata a más de veinte metros de profundo. Como también hay grandísimos hijos de puta que cavan diez subsuelos (cien metros perpendiculares bajo tierra), para enterrar ballenatos.

Cuaderno 2 (fragmento).

"semántico viene de semen"

El verdadero uso de la lengua humana, vacuna, porcina, etc. es más gastronómico que significativo. La vaca de Humauaca anunciada por María Elena Walsh y asumida por Enrique Calle. Es un ejemplo fidedigno, donde la lógica matemática -su intención- es la emulsión comprensiva.
Se imponen dos corrientes semánticas: a la vinagreta y a la cacerola.

Cuaderno 2 (fragmento).

el agujero colorado

Hay que esforzarse Maneco. Afanarse, azacanarse, batirse, bracear, bregar, chocar, competir, debatir, disputar, enfrentarse, enzarzarse, forcejear, guerrear, lidiar, matar, pelear, reñir, rivalizar...
Hay que tener tiempo.

Agenda53.-

el texto ilustrado

Le dicen "paso de ganso" pero los gansos no caminan así. Es que el transcurso del tiempo tiene esa pipiriola novedosa que conjuga segundos con siglos. Entonces un hombre patea en el culo a otro hombre y los sábados por la noche se reunen para entonar himnos satánicos y darle al doremifasolasí universal. Nada como la milicia para destraumar asociaciones y personalizaciones, y blanquear las negras magias infantiles.
La cuestión que cuando te querés acordar, no sabés qué carajo tenés que recordar. Usualmente algo agendado que tenías que hacer y la patada de ganso te saca de quicio aunque llegues a anotar la minucia del discurso y la propuesta. Encima te dicen: "Si podés graficalo con un dibujito para que se entienda mejor".

Agenda53.-

el misterio a propòsito

Hay una cantidad de cosificaciones que fui, soy, y que siempre desconocí, pues cuando intenté conocerlas no las conocí, aunque tal vez las haya conocido sin intentar conocerlas.
Eso que se aleja y acerca, respetando la ley de gravedad de Newton, el misterio a propósito de estar.
Hay pretextos, catálogos, que mostrando diferentes cortes de carne vacuna, los presentan hacia un entendimiento. Hay tratados de anatomía humana que también fraccionando la carne, pretenden que se la entienda.
Acabo de vender un libro de Testut sobre los nervios humanos, minucioso. Abajo están los tres viejos tomos del Testut clásico. No los vendí porque me resultan pesados como para andarlos transportando grácilmente. Son varios los Testut que pasaron por mi vida y siempre los miré a vuelo de pájaro. Evité hacerme cargo de verdades experimentales.
La trascendencia es llegar hasta donde se llega. La trascendencia como resolución, entendimiento, la esencia del pimiento.

El amor a los libros afectado imprevistamente.-

sol tenue y viento amable

Un coleccionista acababa de comprarme un libro sobre la inmunidad biológica, en francés, un tomo bellamente encuadernado. Luego de la transa, conversamos.
Pese a que la conversación fue repentina, casual, parecía interminable. Cuando yo iba anulando el discurso, él lo reavivaba, o viceversa. El tema era grato, pues ambos descubríamos consecuencias. De los empiristas rusos pasábamos a Flanmarión, mediando un análisis de los libreros del parque Rivadavia, y seguíamos. O sea, no parábamos de decir nimiedades y descubrimientos, como si el sentido de nuestras vidas fuera mantener una charla como esa. En lo inmediato, nada nos intimaba a cumplir con alguna obligación que nos sacara de ello.
Bruscamente, luego de un pequeño largo discurso que yo estaba haciendo, sentí un cortocircuito en el alma (1): "Perdón... ¿Qué le estaba diciendo?". Luego de un silencio estupefacto, el coleccionista hizo una revisión de lo charlado pero sin reencontrar mis últimas palabras donde se produjo el corto. Dijo: "A mi también me pasa".
Nos despedimos prometiendo jamás volvernos a encontrar: "Usted tiene mi mail. Nos hablamos". "Seguro".

1) Me sobrevino la certeza de que acababa de vender por poca plata un libro maravilloso. Acto frecuente durante mi histórico ejercicio de la compra-venta de libros. 

mabeliano

anoche llovió mucho

Antiguamente, el irse a la mierda fue patrimonio de navegantes y astronautas. La avanzada tecnológica, aparte de la contaminación edilicia, comunizó esta resolución geográfica-social y es normal escuchar "¡Listo! Me voy a la mierda", como broche de cualquier intercambio humano (amosoroso-comercial-jurídico).
Es luego de esa promesa compartida con algún escuchador, que se produce un instante caótico donde se podría provocar cambios radicales en el mundo, pero que se concreta en un simple trueque de estatismo, aunque este estatismo consista en amarrarse a un barrilete y dejarse llevar por un cielo tormentoso.

Dibujo.

y que persistimos

Vamos a pedir la pípitita
vamos sacar a relucir el ganso
infinitos llamados teléfónicos icónicos irónicos
roncos
en la hora petiribí
Hay entonces un  acento que se esconde por la loma del orto
esa duna que media entre Villa Gessel y Ourense
Es un acento escapista
un espejismo que se le aparece a aquellos que hace más de cincuenta años hicmos un hoyo de más de cinco metros de profiundidad en las arenas de Mar de ajó.

Cuaderno mabeliano.