Libro espeso y dulce... o agrio. Una maravilla de la simpleza del ser de los libros. Pese a tener la forma de un impreso abiertamente gráfico, sus textos son puertas que comunican con los secretos inconcientes y concientes de la colectividad humana. Deseo con alegría que Eco siga armando libros.
lunes, 28 de febrero de 2011
viernes, 25 de febrero de 2011
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esa pelotudez tan preciada |
La persistencia de la pelotudez es un regodeo tarambano ante la cotidianidad de las muertes que se suceden en este barrio y otros, así como la multiplicidad de nacimientos. Al respecto, Kafka era diplomático, evitaba transmitir a los cercanos en sociedad las íntimas barbaridades (calambres y explosiones) que podrían alterar los pelotudos comportamientos sociales.
O sea, hay casos de personas entre personas que inexperadamente combustionan y se incendian mientras comentan la suba del precio de los limones. Otros, mediante un repentino mugido: explotan manchando de mierda y vísceras en mal estado a los convocados a la inauguración de un libro.
Kafka fue un hombre colmado de humor.
Y.N.: Collage. 2002.-
domingo, 20 de febrero de 2011
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y el porqué de todo esto |
Mi ladrón no se va. Es persistente y lógico. Es el personaje más recurrente de mis sueños. Siempre está como esperándome y es diplomático dentro de la quimérica situación donde los diálogos que tenemos, como ciertos textos de la vida física, se olvidan ha medida que se dicen. Claro que de vez en cuando reitera su sentido de ser y dice: "Tú tranquilo. Que vengo a llevarme Todo". Pero la aparición evita convertirse en opresión, en pesadilla, y se comporta como un compañero de vigilia. Tiene aspecto de maestro mayor de obra, pero también podría pasar por actor de carácter o crítico de arte.
Mi ladrón nunca roba cuando estamos juntos, y su presencia es un acto ético. Seguramente ya se llevó lo que se tenía que llevar y aguarda que ahora yo lo robe a él. Que nos enfrentemos a cuchillazos, a las barajas o al ajedrez, para saber quién sueña a quién.
Fotografía de archivo: Héctor Cámpora y Horacio Guarany, un 2 de noviembre de 1973, se sueñan en un palacio presidencial utópico.
sábado, 19 de febrero de 2011
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el desayuno y la memoria |
Los recuerdos aparecen bajo la forma de ajos, lechugas y cebollas que, sin condimentar, se ingieren cuando clarea el día.
Por otro lado, hay que usar sierras eléctricas para serruchar muebles y tobillos humanos para colgar pies en la vidriera de la librería, a modo de pintorescos souvenirs en medio de una reacomodación de estantes y libros vendibles y no vendibles.
Sangriento espacio público con mastodontes y máquinas aplanadoras que ronronean detrás de los telones, al final del pasillo, al final de la aparente no existencia de la realidad.
lunes, 14 de febrero de 2011
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el descuido |
En pleno rapallo de súbita quimera, o sea: de la forma más desprevenida, aparece el testimonio más olvidado en medio de un mar de impuestos y sobrevivencias en cuotas... El saco de gamuza que Mérida me regalara hace cuarenta años y que entonces me quedara grande y que ahora -como aparición- no me entra.
Enrique Santos Discépolo fotografiado como director de cine. 1940.-
viernes, 11 de febrero de 2011
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¿Quién eres? |
Semana a semana se repetía la misma pregunta
Hasta que nunca nunca se supo
que había detrás de la máscara
Quién se escondía tras el antifáz
Nadie se enteró jamás
Aunque el rostro apareció un día sin máscara entre un montón de peluqueros
Y nadie quiso mirarlo.
Estrujado papel abandonado en público letrinario.
jueves, 10 de febrero de 2011
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Segunda lectura. |
Los tiempos entre tempestades y calmas, son críticos, pues siguen de largo ante el humano intento de puntuar y comprender.
He ahí questoy demorando mi segunda lectura del Eclesiastés. Del ácido lisérgico, los científicos recomendaban ingerirlo una vez en la vida. A lo sumo dos veces y en casos extraños, tres veces. La realidad fue bruta. Un montonazo de gente consumió ácido (de cualquier calidad) como si fueran maníes y ese abuso convirtió a la experiencia sicodélica en un arco voltaico aburrido. Reconozco haber exagerado los ácidos de mi juventud. Pero el Eclesiastés lo tengo virgen. Hice una sola lectura concienzuda a los 30 años. Me sé a salvo de los que lo leyeron no solo varias veces, sino: repetidamente y armaron iglesias de cotillón. Mi segunda lectura viene de la mano con Emerson y no es transmisible (infecciosa).
A todo esto, Bernardo falleció y Lolo también.
Foto de archivo: Osvaldo Terranova en un programa de transmisión diaria quel actor protagonizara por canal 13.
martes, 8 de febrero de 2011
lunes, 7 de febrero de 2011
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Autorretrato de Borle, conmigo. |
La semana pasada Borle cayó de visita en la librería que estoy armando.
Colocó la cámara, estudió el encuadre, dijo "Venga maestro", puso el disparador automático y registró el presente documento. Como diría el maestro Calle: "Impresionante".
Hay una gama amplia y detallada, en cuyo centro los personajes del pretexto, asumen el clic. El protagonista de la fotografía es el tupper de plástico que está encima de mi cabeza, en un solemne estante despejado de libros. Tupper colocado allí para que reciba el chorro de una gotera, ante los pronósticos de lluvias, rayos y centellas.
Llovió, los rayos mataron humanos y las centellas iluminaron, más el tupper no se llenó de agua, la gotera no funcionó como "gotera".
El misterio no tuvo explicación y Borle fotografió el misterio.
Foto Borle. 2011.
domingo, 6 de febrero de 2011
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los cometidos increíbles |
la manutención del absurdo es rigurosa. Se trata de mantenimientos que tienen vidas limitadas sin planteos transgeneracionales, aunque lo efímero sea lo que más incida en la memoria colectiva. Un suceso cometido en Alaska es rememorado un siglo después en la Patagonia por alguien que jamás tuvo noción de tal suceso. Suceso generalmente afectado como "metáfora poética" o "creatividad interna". Cierta poesía de Rimbaud sería un ejemplo. Borges se refiere a ello en lo que podría ser el olor casual de un tigre. Cierta acumulación de meado de gato comunicaría con desconocidas cotidianidades del Antiguo Egipto. Fenómenos que se entrecruzan durante la imprevista existencia (olor y diseño, tacto y memoria., etc.).
El absurdo entonces es apariencia, disimulación de algo severo y persistente. Desde una ética pertinente, el absurdo comenzaría como acto cobarde ante el entorno (paliativo social)y luego sucedería la luz, donde el creador funciona como polilla intensa que crea, crea y crea, y sus trazos en el espacio, quedan.
Santantonin: Fotografía (detalle) elenco de Arias en el lejano 1968. De derecha a izquierda: Marcial, Marilú, Centofanti, Pedrazini, Marucha, Stoppani, yo.