LA MANO QUE APRIETA

lunes, 14 de febrero de 2011

el descuido


En pleno rapallo de súbita quimera, o sea: de la forma más desprevenida, aparece el testimonio más olvidado en medio de un mar de impuestos y sobrevivencias en cuotas... El saco de gamuza que Mérida me regalara hace cuarenta años y que entonces me quedara grande y que ahora -como aparición- no me entra.

Enrique Santos Discépolo fotografiado como director de cine. 1940.-

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