LA MANO QUE APRIETA

viernes, 14 de diciembre de 2012

postal navideña

Ayer noche venía en taxi con Lola de una clase particular de matemáticas. El móvil de alquiler surcaba velozmente las calles con tarifa nocturna. Al llegar a Gaona con Seguí, una interrupción. "¿Qué pasa?" El tráfico se detenía ante una mujer a los gritos (alaridos) con un bebé colgando de una de sus manos. A su lado, el marido la sacudía (le pegaba o intentaba sacarla del medio de la avenida). El bebé colgaba demasiado, su cabecita rebotaba contra el asfalto y me hizo pensar que estaba muerto. Antes de entender qué pasaba, el taxista esquivó la situación y arremetió contra el semáforo verde. Al girar, desde la ventanilla, vi sobre la acera correspondiente al policlínico bancario, un carrito con otro bebé y un nene de cinco o seis años en calzoncillos y descalzo que llorando y gritando: "¡Papá! ¡Mamá!" se dirigía hacia sus padres que aullaban en medio de vehículos como cañonazos...
Toda esta familia estaba semidesnuda y deshilachada. La noche era caliente, sórdida, final.

Clarin. 14-12-12. Pág. 3 (detalle).

2 comentarios:

Lola preguntó: "¡¿Qué pasa?!". "Están peleando", contesté.

La foto que ilustra la nota ¿Muestra las mpiernas de una señora mal cogida? ¿Me equivoco?