LA MANO QUE APRIETA

sábado, 9 de junio de 2012

el cine era un quirófano pipícucú

Fíjese usted que la historia era triste, tristísima. Sin embargo irradiaba una alegría desconcertante y loca, esa que abría la boca hasta el abismo. Cloaca celestial donde iban a parar los afeites y flequillos del invierno increíble amoroso beso ventoso.
La historia sucedía en un cine donde pasaban películas que nunca habían sido filmadas, o sea que podían ser muy aburridas o inmensamente bellas. Todas trataban de amores o de desamores, todas en 3D.

Escultura de mi autoría que no recuerdo haber realizado.

0 comentarios: