LA MANO QUE APRIETA

sábado, 9 de junio de 2012

cerebro nublado

Nubecita cerebral que no profetiza ni vaticina. profusión y vacuidad. Pues los cráneos humanos vacíos son joyas difíciles, propias del negocio anticuario normativo. La calavera humana en su cieloraso suele estar colmada desa materia que los inmigrantes de principios del XX, usaban para rellenar ravioles amasados a mano. Cuando no, de materia putrefacta (evolutivo mental) que no serviría para el relleno de pastas, pero sí era útil al empirismo tecnológico.
El cráneo absolutamente vacío no existe, aunque la modernidad tienda a ello. Siempre hay una partícula material que piensa. Por eso el relleno incierto es aconsejado por nutricionistas y activistas de buena vista. Benditos profesionales que al saludar al sol y a la luna, flexionan y disparan pedos por el tercer ojo intentando hacerlo por el ojete.

ScullyJones

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