Continuando con el balurdo de acomodar los bultos de la vida, entre otras cosas, encontré un cajón al fondo de un montón de olvidos. Un cajón lleno de los recortes periodísticos y programas, del viaje teatral. Este cajón llevaba allí unas tres décadas y media. Había dejado de existir. Fue contraproducente encontrarlo. Jamás me hubiera puesto a buscarlo, a reencontrar al otro Yoel (el enterrado). Hace tres décadas y media quemé montones desos papeles (guardé algo) y estos zafaron para aparecer hoy.
Si quemo estos, tengo que seguir quemando maromas de testimonios hasta dejar paredes pisos y techos, limpios.
También puedo usar esta confrontación para hablar, dictarle a un mecanógrafo, textos.
Página de un programa de Ssshagrada en el segundo Bogotá: 1975.-
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