LA MANO QUE APRIETA

jueves, 8 de diciembre de 2011

Voy a condimentar los pallares

El beber vino desaforadamente es una forma de resolver -aparentemente- todas las problemáticas. "¡Listo! ¡Todo bien!". Se parece a la televisión por cable, a los medios de difusión, a los gobiernos, al fútbol. Es parte de la misma enajenación, con la salvedad de que el alcoholismo tiene la honorabilidad de la ejecución individual, como el tabaquismo agudo. Costumbres que si bien están favorecidas-condicionadas por los poderes humanos, se independizan de ellos por la utonomía de su extremismo.
Si existiera un gobierno no corrupto, se ocuparía de imponer en el inconciente colectivo, el suicidio directo en los ciudadanos (economía del balazo personal, Japón tiene algo deso), en vez de condicionar adictos para que sigan pagando impuestos, durante un suicidio de larga duración.

Detalle de un aviso de dos páginas publicado en Clarín (8 dic. 2011)

comentarios:

Compadre,dizque hay un Japones que quiere poner unos pesos en el negocio del Gregorio,pero él no quiere más socios que la Lupe y ayer nomás,al grito de Banzai!!!,pelo la guasamandrapa y el japonesito salío corriendo como loco,Ud sabe como es el Gregorio y si se toma sus pulques,o se come sus frijoles con sus enchiladas,no lo para naides,es así..