Cayó un rayo en la parrilla de la esquina.
Madrugar para zarandear sacudir tamizar pulir borronear
etc
y ojos fantásticos mirando sin mirar los empeños y empréstitos que afianzan la Fe en Magoya,
corazones fotocopiados pagaderos los viernes
O sea
los truenos del sábado, los rayos de la noche del jueves tronante, cayeron sobre el restaurante de la esquina miercolizada, y el televisor plasma y la heladera explotaron, y vinieron bomberos azules y colorados. Todo ennegreció severamente.
Dicen que dicen que fue un rayo solito,
sacudiendo a mazazos pomos de viejísimos carnavales,
plomos digestivos de antaño.
Y sin embargo: rayos, centellas, refuciles, demonios, ajíes, vinagres...
Al día siguiente del rayo, la parrilla vendía choripanes y enemas como si no hubiera pasado nada.
Scully-Jones 1978 (fragmento).
3 comentarios:
4 de julio de 2011, 19:15
Mire tuve que ir a Chipalcingo,y le dire que no me agarrarón ni rayos ni centellas,fue peor que eso Compadre...en elpatio de la Comisaria habia un par de cabezas,
una con un ojo abierto y la otra con la ceja levantada pues.
Me le pregunte al de la policia,que hacian esas cabezas ahi...y me dijo:..ahuirita les toman declaración....
6 de julio de 2011, 17:56
Ni modo,cuando el poleciya llevo las cabezas al fiscal,el del ojo abierto lo cerro y el que tenia la ceja levantada,levanto la otra...mire Ud.frente al magistrado nomás!!!
Y dijo llevelos ,que estan muy borrachos para hablar,y dejarón las 2 cabezas en el patio...A proposito no viajo a Comala?
7 de julio de 2011, 2:32
Una vez que el visitante recorre Comala, el sitio ideal para tomar un descanso es en algún botanero de los portales, desde donde se puede tener una magnifica vista de la plaza con sus esbeltas palmeras, su pintoresco kiosco, la iglesia y por si fuera poco, también se alcanza a apreciar, a lo lejos, el volcán de fuego de Colima...
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