y desconocido
Que alguien contara la arena del mar porque otro quisiera saber cuantos granos de arena hay en este mundo, y sus variables.
Que las palabras no sean fatales, siquiera fáciles.
Por el contrario, que protejan, que den de comer, y que acerquen los lejanos horizontes sin cercas, aunque baldosas viejas emerjan nos pastizales.
Como siempre, el tema era otro...
comentarios:
19 de mayo de 2010, 14:02
El único regalo que deja el mar son sus golpes...
Algo así salía en la pelis "Into the wild", pero a diferencia de ti las ficciones se me quedan aquí.
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