LA MANO QUE APRIETA

viernes, 2 de abril de 2010

¿Qué mi amor?

El silencio es agua (siempre y cuando el agua sea lo más valioso deste mundo).
El callar dice más de lo que pueda ser dicho.
El problema es cuando el individuo captura esto y ante cualquier confrontación, calla. Calla sin entender un comino de lo que está pasando y el que lo escucha callar se confunde y elucubra devenires.
Hace siglos sucede esto y la mayoría de los misterios resultan ficticios.
Algunos silencios, falsos o verdaderos, pueden ser ensordecedores. Otros inspiran a asesinar al silencioso de turno (sobretodo cuando no contesta indagaciones).
A veces hay silenciosos que de pronto hablan, desmoronan montañas, hablan después de meditar siglos, y de sus bocas sale una vocal munida a una consonante.

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