LA MANO QUE APRIETA

sábado, 20 de marzo de 2010

Granadina, fernet, agua Villavicencio con gas...

El agua helada, y más fernet que granadina.
Con mucha sed y el alma descerrajada, pareciera ser el antiguo elixir con que el Corsario negro se despachaba cuando una tempestad con oleaje de cientos de metros sacudía su cascajo navegable y apaciguaba, así, un poco su espíritu atormentado.
La medida justa del coctel, sin repetición y derramada en el abismal oceáno enfurecido que se lleva dentro de uno mismo, aparenta ser una llave (clave) que permite clarificar la acción y acciones a seguir.
La acción es secreta
desconocida.
Larguísimo paseo por pasillos indescifrables.
Como decía Thomas de Quincey: "Es una cuestión de fe".

2 comentarios:

¿No era Emerson el que ponía el poder de la FE, sobre todas las cosas?
Quincey lo recuerdo más como un conservadurismo atemperado.

grupo encuentro dijo...
21 de marzo de 2010, 6:06
 

Yo creo que este es un momento en que las cosas pueden cambiar merced una asunción ciudadana.
No creo en las soluciones mágicas.
La fe sin contenido social, no sirve.
Todos somos creadores del futuro. Nuestra responsabilidad es máxima.