LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Fotografía proveniente del edificio de la calle Chile.



La instantánea es antigua, viene del interior de uno de los departamentos del edificio adonde mi padre era portero a finales de los cuarentas.
Los platos voladores eran visibles sobre el río desde la terraza de siete pisos.
El garaje estaba plagado de fantasmas que fumaban "Particulares"... Y en los departamentos los inquilinos enloquecían, se suicidaban, componían poesías, buscaban asilo y recato en la perversión y la melancolía...
Las puertas eran de roble y las escaleras de mármol...
El ascensor: "Otis".

0 comentarios: