LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 23 de abril de 2008

económico

La chimenea cerebral y su alboroto, humea. La comunicación pese a ser directa subconcientemente y prescindir de cualquier medio difusor pedagógico, recurre al titileo literario. Se escribe para vivir y se vive para escribir. Los dos sentidos de la vida reciben compensación económica pues confunden porque titilan.
O sea:
La justicia me condenó a permanecer tres años bajo tierra por manotear objetos ajenos. Merced a un pago único de 1.690 dólares norteamericanos, obtuve que el presidente norteamericano George W. Bush junto a su par mejicano Felipe Calderón, me desenterraran usando palas anchas.
Compro y vendo, pero evito pantallear, juntar capital. Renazco porque es lo único que se hacer en el artificio.

0 comentarios: