LA MANO QUE APRIETA

martes, 17 de febrero de 2015

la fiesta de Barquin

el ejercicio consiste en usar el grueso de la vida en escuchar música, descubriendo aquella que se involucra en la velocidad sanguínea propia. Entonces, antes de morir, realizar la música que el ser humano necesita en ese momento. El ser humano y el ser no humano. Encontrar la música que hace falta. La escucha es masiva pero la sintonía secreta, presumiblemente poderosa siendo el poder un arranque creativo amparado por sistemas bancarios, o no bancarios. Llegar a ese punto en que se prescinde de los ejemplos, de la luminosa mediocridad, y el entendimiento es irreversible. Vaya uno saber lo que se está diciendo, cuando los que podrían entender ese decir murieron inexplicablemente.
Pues
Extraña
que lo fabuloso del unicornio sea su cotidianidad. Más que increible: inexplicable.
Extrañeza y admiración de la gesticulación ajena.

Foto: V. C.

0 comentarios: