LA MANO QUE APRIETA

martes, 23 de diciembre de 2014

no sé que decirte

Toda transmisión de pensamiento, por papel impreso o electricidad, intenta la comunicación, el entendimiento. Tiene apariencia de muerte, de amor. Fundamentalmente es hipócrita como cualquier forma de expresión artística.
Allá en la juventud, el Chileno decía: "Estoy podrido de leer. Ahora quiero hacer". Y algo así pasó. Se enamoró de la Mona, concretó robos a mano armada, amó la revolución social. Y todo desilusionó.
La muerte lo apaciguó.
El que quedó a la deriva, fui yo.

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