LA MANO QUE APRIETA

martes, 28 de octubre de 2014

no seamos fáciles... ¡Mástiles!

engolosinado con la ortaliza sin hache, dejaste que las composiciones descompuestas se fueran por la borda, por los vacios de la parrilla. Fue por tergiversar un cacho de gramática (agregar letrillas y letrados entre las letras originalmente comestibles, energéticas como la vagina de una hermana aventurera que con sus evacuaciones crea nuevos mundos bebiendo pomelos, desgranando tuercas, desembuchando arreboles, fue por eso que el exceso te ahogó (abogado antiquísimo) a vos, a mí y al vecino.