LA MANO QUE APRIETA

sábado, 28 de junio de 2014

la vida con sombrero

Sucedía que a medida que leía, olvidaba esa lectura. Fenómeno no provocado por el autor del texto, pues el esfumado sucedía con cualquier texto. Lo etéreo era la constante. Suceso que prescindía de normativas gramáticales, pues como en el juego de la oca, los errores de imprenta, las sopas de letras, las teclas revolucionadas, permitían que el olvido fuera un sentido de la vida, aunque hubiera que soportar toneladas de pantallas líquidas con tipografías que se divertían solas. La vida era en un tranvía o en un barco, con sombrero.

Foto Calomeni.

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