LA MANO QUE APRIETA

sábado, 18 de enero de 2014

teatrería espontánea

Teatreros de la legua presentan un espectáculo con temática ecológica. Un solo acto para un actor solo. Teóricamente se trata de un monólogo, pero en la práctica es una expresión corporal semiestática que impresiona.
El actor aparece desnudo, en proscenio e iluminado centralmente. Manchas violáceas con tendencia al negro (manifestándose desde dentro de la piel hacia afuera), comienzan a cubrir su desnudez de la cintura hacia los pies. El intérprete abre su boca lenta y desmesuradamente y muestra como sus encías tiemblan inflamadas mientras sus dientes se separan. Comienza a decir un texto inentendible. Mientras habla, sufre un paro cardíaco y muere... (Duración del espectáculo: 60 minutos).
La crítica especializada compara la calidad interpretativa del unipersonal, mitológicamente: "Ver a este actor es ver a un personaje semidivino, tan fabuloso, que jamás volverá a subir a un escenario".

"Los agujeros negros no existen". Stephen Hawkings. Clarín. 28/1/14.- 

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