LA MANO QUE APRIETA

sábado, 9 de noviembre de 2013

duración de las novelas

La constante no es muy divertida que digamos, aunque sea entretenida. Entretenida a trompicones (ascensos y descensos por escaleras inexistentes, parecidas a las escaleras de incendio de las películas norteamericanas). Lo cotidiano zafa su control (sea el protagonista honesto o no). Zafa y retorna a su entorno habitual: Por la mañana los diarios vuelan por encima de los colectivos, dilucidando argumentos. Las heces de la primera excreción, cobran vida y se sumergen y emergen en las aguas del inodoro... Se trata de maravillas comunes que sociólogos y científicos explican en textos largos (con conexiones).

Géminis. Foto Calomeni.

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