los charcos no se amalgaman
Lo uno es mejor que lo otro, o, por lo menos está mejor iluminado. Cada vez queda menos y los charcos de sangre son limitados. Los jugos de elefante, cuando revientan, son más ricos y extensos que los derrames humanos. Lo uno respecto a lo otro es tan diferente que no se entiende. No se entiende en el primer momento del suceso, que es lo que acontece en cualquier aglomeración inesperada o premeditada. Uno explota, otro implota. Nadie está triste. Todos son carteristas.
Mitología para los niños.
Mitología para los niños.
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