LA MANO QUE APRIETA

lunes, 14 de enero de 2013

la batata enterrada explicada

Es una actitud ceremonial, una vieja costumbre que trasciende jardinerías y agriculturas, resolviendo el amor y la muerte en un gesto alevosamente genético poético. Gesto como acto -actuación- en una planicie donde los planos retumban merced una sofistificación ridícula, ajena y propia, pues así como se entierra la batata viva, se entierra la sardina eléctrica. Acto confuso que goza del beneplácito humano, de la secreta satisfacción que al revelarse, averguenza, mientras lo enterrado, enterrado está, inexplicado.

Scully-Jones.

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