LA MANO QUE APRIETA

domingo, 9 de diciembre de 2012

respeto y veneración

El valor de la inocencia es incalculable.
Sin embargo, pocos -o nadie- responde con bienes materiales ante su presencia. Aunque la limosna que recibe el estulto, magníficada en la película " Que Dios se lo pague", es inmensa y el pordiosero se convierte en explotador de proletarios con los dinerales que acumula. Como aquella ancianita, dueña de una fábrica de automotores que a la salida de los obreros, les pedía limosna.
Entonces... ¡Cuánto vale el verdadero imbécil que no mendiga! Aquel que cambia los destinos de quienes lo miran a los ojos.

Pájaro caído en Compostela. 2000.-

comentarios:

El otro día iba caminando por Belgrano y se me cayó un pajaro grandote en el hombro. Yo creía que era un fruto, tipo las paltas con un carozo duro. El ruido era seco. Miré, y estaba en el piso. Fue muy raro