LA MANO QUE APRIETA

sábado, 10 de noviembre de 2012

Y más...

 Merced los cortes de luz, un ectoplasma femenino sobrevuela el entorno vecinal, mientras truculentas carnicerias y pollerías putrefaccionan sus mercancías, y personas mayores olvidadas en pisos altos, se ahorcan con cordones de zapato.
La fémina dice provenir de una estrella ignota y asombra con su presencia cuando entra a comprar algo en algún local. Es mutante y se muestra generosamente llamando la atención de los circunstanciales.
Ella aparece cuando las computadoras dejan de andar o la complejidad creciente del funcionamiento de las mismas absuelve de acciones al usuario que no entiende qué pasa ni qué está haciendo. Las comas y signos de puntuación se arraciman en los esquineros de las escaleras.
No viene a solucionar nada. Ella es mercaderia viva que al renovarse continuamente, deslumbra y despierta apetitos saludables y no saludables entre las bestias humanas que gustan acompañar la substancia con pan.

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