LA MANO QUE APRIETA

viernes, 30 de noviembre de 2012

la persecutta como don

Dicen que la paranoia no lleva a nada bueno y paranoias hay muchas, desde los certámenes de carreras de atletas, caballos, perros y automóviles, hasta los desconciertos de las autosatisfacciones perdidas durante atorrantías vitales y móviles. La persecución normativa... como cuenta aquella ópera sobre aquel caballero que es perseguido con el fin de romperle el culo.
Según Don Fulgencio, la paranoia tampoco lleva a nada malo y estimula a la juventud a rajar (huir) verdaderamente, pues de eso trata la meta, el fin que no escatima medios; de no ser atrapado y zafar de la humillación del aire comprimido insertado a través de los agujeros personales.
Cuando la propuesta es el degüello, escapar dello tiene su mérito, aunque transitorio.

Giraldoni interpretó al caballero perseguido.

comentarios:

Sobre la historia de los dones, creo que la gama es extensa. Mi madre que es odontóloga, dice que la pasión con que practica el anilingus, es un don, una facultad otorgada por los dioses. Vaya una a saber...