O no.
El rayo entre los zapallos, los Mercedes Benz, las polillas
El rayo de los ególatras
Cuestión de ancas ijares y haches
Allá, los incas en mi comienzo de conocer américas
Qué alivio encontrar a Caicedo en Cali
como si el paseo fuera dentro de un jardín de Walt Disney
Paseo Sausalito sin llegar a California, mirando cine dentro de edificaciones grandes y oscuras
Lo que no sucede de viejo sucede de niño.
Calado sobre cartón apolillado.
El rayo de los ególatras
Cuestión de ancas ijares y haches
Allá, los incas en mi comienzo de conocer américas
Qué alivio encontrar a Caicedo en Cali
como si el paseo fuera dentro de un jardín de Walt Disney
Paseo Sausalito sin llegar a California, mirando cine dentro de edificaciones grandes y oscuras
Lo que no sucede de viejo sucede de niño.
Calado sobre cartón apolillado.
2 comentarios:
10 de octubre de 2012, 7:21
Los rayos, relámpagos, truenos, tanto carbonizan a los impactados como imbuyen de poderes nuevos. Está el caso del jubilado de Villa Ballester al que le cayó un rayo en la cabeza y le crecieron dientes nuevos en sus encías vacías.
16 de octubre de 2012, 10:26
Me hace recordar los trozos de amor perdidos en la geografía y el tiempo. Esos momentos cuando llueve y la energía reverdece.
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