Habita el planeta desde un tiempo inmemorial que él esfuma. Definirlo kriptoniano es una forma de entenderlo pues no es deste sistema solar. Olzese es más de otra zona, que no nos incumbe, aunque el amontonamiento de universos sea cosa de todos. Llamarse Olzese es una forma de vivir tranquilo en el mar de intrigas que es cualquier barriada de Buenos Aires y así poder establecer sus conexiones y comunicaciones con otros personajes extraterrestres que pululan por la ciudad bajo los aspectos sociales más inocuos. Olzese habilitó la comunicación sulfídrica que trasciende las gramáticas terrenas y estelares, para lograr un entendimiento directo entre los unos y los otros.
Repentinamente desaparece y no se sabe más. Algo así pasó con Mandrake hace cosa de treinta años y no se supo más. Olzese no es Mandrake, tiene el don de republicarse a si mismo y mostrarse bajo diferentes identidades. Vuelve bajo la forma de millones de unidades que jamás estarán de acuerdo y que, básicamente beligerantes, se corporizan en internet.
Autorretrato de Juan Olzese con aspecto de tranvía.
2 comentarios:
29 de septiembre de 2012, 16:42
El universo es el verso único. La antología completa de todos los versos, es irreal. No es verdad.
1 de octubre de 2012, 18:09
Hoy se intenta difundir la sabiduría en todas partes. ¿Quién sabe si dentro de algunos siglos no existirán universidades cuyo fin sea el restablecimiento de la antigua ingnorancia.
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