LA MANO QUE APRIETA

viernes, 24 de agosto de 2012

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Una cosa es el troc y otra la trocha angosta, asimismo tampoco hay que confundirse con el trueque. Consecuencia, el desarrollo de la circunstancia se pierde en si mismo o llega a un  resultado aunque aceptado, no buscado. "Así es la vida" decía Pepino De Filippo pidiendo que no le atribuyeran el dicho.
Tanto De Filippo como muchos otros europeos y aborígenes americanos, llegaron a viejos sin enfundar la mandolina ni enterrar el choclo en tierra. No hicieron como hacía el maestro Calle en juventud que cuando lo amenazaban con un cuchillo, él empujaba con alegría, se le iba encima a la mano agresora para que le partiera el corazón.

Apoyalibros. Escultura. 1998.-

comentarios:

¿Y no basta con abrir los ojos y mirar para convencernos de que la realidad es, en realidad, el más auténtico de los milagros?