LA MANO QUE APRIETA

viernes, 4 de mayo de 2012

Reaparición del doctor Fernando

Convocado por el post del miércoles 2 de abril, aunque sin haberlo leído, apareció el doctor Fernando de Gregorio. Apareció materialmente en la puerta de mi casa, no por comunicación celular.
Alegre y descascarado, mostraba el festejo del que vuelve de alguna guerra. Me abrazó y contó que debía suspender sus telefonemas celulares pues el mecenas que le estaba pagando las cuentas se lo prohibió. El último mes había llegado una facturación de 3.500 pesos.
Estuvimos un buen rato charlando, como que la suspensión del teléfono le hizo bien. Confesó haber abandonado también el alcoholismo (esta confesión es asidua y la manía retornable). Le leí el post y me confirmó la dieta tabacalera: "Por día fumo cuatro cajas de Gavilán de cincuenta cigarrillos cada una". Al respecto agregó que por sus venas corría sangre apache y que eso le ayudaba a soportar el fenómeno nicotínico.
Me alegró verlo.

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