construyendo la guillotina familiar

Evidentemente los qués, cómos y porqués, van muy rápido. Son situaciones viridiolas con ese aroma de mensaje puerta a puerta, romanticismo de ganzúas, grúas y cloacas personales. Al fin y al cabo la patria es donde uno pone los huevos a la parrilla con la cientología del fuego lento. Testículo abrazado por la picoeloro o el rompenueces. Elegancia mínima que se requiere para asumir esa ferocidad que se enarbola sobre el instinto. El comportamiento bélico por más certero y arrasador sigue siendo una ordenanza de camisa y corbata. Peluquín empolvado de los tiempos prenapoleónicos.