LA MANO QUE APRIETA

domingo, 20 de noviembre de 2011

Final de una novela famosa.

- ¡Que no amerita, Felipillo, que no amerita!
- ¿Qué no amerita qué? ¿el quenque?
- No amerita la sinrazón de la birolasa. No vale la pena compendiar comparaciones para llegar a un porqué que ni siquiera es porqué... ¿Entiendes pomerillo? Es de un malgusto trágico resucitar costras mal cerradas. Eso de lavar momias que hace siglos están en apacible salmuera para que que te inunden de un sabor imborrable para siempre. Eso no... ¿Comprendes Salmuerillo?
- Mira... Tengo que pagar las facturas del gas y la luz, y no tengo un peso... Te voy a llenar la panza de plomazos porque gracias a dios, balas me sobran... ¿Vale?
- Vale.

Cuaderno de recortes No. 2. 1979.

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