LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 19 de octubre de 2011

Palabras a mi sobrino.

Si hiciera algo de lo mucho que tengo por hacer, no tendría porque recurrir a las drogas.
Sabiduría de los viejos:
Imprevistamente mi padre me decía: "¡Haga algo útil, carajo! ¡Pinte el frente de la casa! Arregle ese caño que pierde"... Mi madre cuando me veía inmerso en alguna tarea "artística" (el teatro, la literatura) con cariño sacudía su cabeza y decía "Eso no va a resultar". Me provocaba recriminarle: "Pero vos siempre ves todo para la mierda". Entonces ella, con una dulzura infinita, como recién dándose cuenta, asentía con la cabeza.

Con mi madre. Foto Luis Figueroa. 1994.

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