LA MANO QUE APRIETA

viernes, 12 de agosto de 2011

La tormenta la felicidad.

El misterio es preciso. Son las 12, 32 deste mediodía y todo se ha puesto negro como la noche y los autos prenden sus luces en medio de la oscuridad.
Truena y llueve.
Más todo cambia
Volverá la luz, habrá incendios, las gallinas recobrarán la libertad.

Pintura de Diego Vázquez, mi sobrino cuando infante. Cuaderno No. 2. 1979.-



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Y el granizo, los adoquines de hielo que cayeron en ese momento, destrozaron mi casa.

¡Dentro de cincuenta años no habrá más hielos en la Patagonia!!!