LA MANO QUE APRIETA

jueves, 11 de agosto de 2011

El sapo abominable.

Juan Olcese es un crono-fotógrafo que se asoma a los misterios que la ciudad disimula, y descubrió este sapo que pudo fotografiar.
A principios de los sesentas, Luna, el albacea de Sherlock Time, vió en una vidriera de Buenos Aires una escultura escalofriante. Luna se fascinó y entró a preguntar por el precio. El mercader, que no era un chino como en el caso de Olcese, sino un humanoide extraterretre, le pidió una fortuna por el objeto y Luna... pagó. Pagó y llevó la escultura para que la viera Sherlock Time, y la escultura era en realidad una llave para conocer espantosas situaciones en otros planetas (llave interplanetaria).
El sapo de Olcese también le provocó a él la fascinación de lo abominable, y cuando le preguntó al chino dueño del local por el precio, éste fue rajante: "¡Sapo no vende!".
El cronista elucubró sobre el "Cerathophys Cranwelli a la Bombina Orientalis...
¿Cuál es el destino de este batracio adinerado? Rodeado de monedas, totalmente indiferente a la caída de las bolsas... Croac.Croac.Croac".
El cronista me autorizó la publicación de la foto, con la salvedad de que no difunda la dirección del local donde se encuentra el sapo.

Foto Olcese.

3 comentarios:

Esa historieta de Sherlock Time, donde el jubilado Luna compra esa escultura carísima. Provocó que yo que era un niño, me volviera el anticuario que soy hoy.

Luego de una requisa intelectual,en el Barrio Chuno,conseguí una pieza del Sapo de Tres patas,cuyo nombre en realidad es Chan Chu ( no faltara alguno que dira Chan chu Yo),pero hoy no tengo dudas que el batracio de marras,que solo tiene tres patas y una moneda Ying,en la boca,me salvo de unas turistas noruegas que con un pedo liquido total,se les cayo la botella a espaldas,mias,sin que siquiera se me manchen los lienzos.Como vera Maestro,el Chino primigenio que no me lo queria vender es un Monje Shaolin.Berp!

Olcese es uno de esos personajes que revelan los secretos escondidos en nuestra vida cotidiana. Yo no tenía idea de que estuviéramos conviviendo con tantos alienígenas. Da para reveer muchos aspectos de la historia.
Evidentemente, todos los días charlo con extraterretyres y no me doy por aludido. Gracias al maestro Olcese, voy a tomar mis precauciones de aquí en adelante. Agradecido.