LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 17 de agosto de 2011

Fiesta del estrellamiento.

Se trató de un festejo serio. Incluso renté un traje para la ocasión. La algarabía era por que el Tranvía de las Sombras que se había estrellado contra el espejo del patio del fondo, había regresado del otro lado del espejo, transformado, un tanto ondulante. Ocasión que se prestó al conjuro, a la ingestión de mucho alcohol y tabaco y al alquiler de un salón donde los conjurados bailamos valses en medio de un discurso adornado de rozagantes cerdos, vivos unos y otros cocinados.
La instantánea, captura al Hacedor de Oro con su uniforme de oficinista de principos del siglo XX, y al padre de la fotógrafa, medio disuelto en el espejo.

Foto: Hija de Fiorini. 1997.-

comentarios:

Apreciado Yoel:
Fui a Ituzanigo a ver algunas de las naves alienígenas que nos visitan.
Originalmente pensé que eran de Ganimedes, pero luego de muchas
Investigaciones llegué a la conclusión que son del Planeta Pedorro
Por la cantidad enorme de acido sílfidrico que envuelve su superficie, o por la enorme cantidad de pedos,eruptos-berp-que emanan en sus conversaciones.
Supuse que luego de estar abducido 24 horas,por lo menos me dejarían
de recuerdo un llavero o un banderín.
Pero no, me regalaron un sombrero,que tiene la virtud extrema de servir como GPS y detener los cuescos imprudentes..bueh,algo es algo.
Juan