LA MANO QUE APRIETA

martes, 12 de abril de 2011

las dos y seis minutos.


Es la hora del lobo. Según Bergman, la maldad es dueña y señora del mundo en este momento. Este momento lunar, no solar. Es inevitable. Y dentro de unas horas, al vernos de cara al sol, todos los interlocutores quedamos al descubierto, los que por la noche se divertieron con el canibalismo y los que barren los cordones de las veredas por la madrugada, pues el transporte público es inmenso en esta calle lejana. Los que por la mañana festejan el culto solar, en su mayoría, lo hacen con cara de culo cultural, quemando nafta y rezando ante semáforos rojos.

Por mi parte, voy a festejar este momento lunar zambulléndome en él. Chao.

comentarios:

Soy septimo hijo varón,es decir lobizón,sin lugar a dudas.Le dire que mi cambio a Lobizón es mas bien lento,pues soy lampiño,y pese a reclamar mi condición de septimo hijo varón,pocos me reconocen como tal,salvo que me ponga una barba postiza y apolillada que compre en la Rue de Saint Suplice,y ya ponermela,me produce una gran alegria,me reconozco lobizón,salvo cuando veo a uno de nuestros cinicos nativos: Cristian U,y su violento deseo de llevarse 400.000
pesos a la zacaria y seguir su vida de rascador de tarlipes.
En mi caso,la falsa barba me consuela.