LA MANO QUE APRIETA

jueves, 24 de marzo de 2011

Dificultad de la pelotudez.


A simple vista pareciera que ser estúpido, es fácil. Pero para desarrollar una estupidez vital, hay que manejar demasiados juegos de inteligencia. Además, la estupidez es difícil de clasificar y menos entenderla. Los conceptos diccionarios y gramáticos no ayudan. La estupidez sería el logro más alto que el inconciente humano quiere lograr. Amar y ser amado. En medio del ímpetu y el empeño por salir adelante o atrás, al cruzar un paso de ferrocarril, arrojarse bajo sus ruedas, o empujar a alguien que también espera y tiene apuro.
La gama de estupideces es tan amplia y diferenciada, así como se diferencian los humanos unos de otros por razones normativas, genéticas, ecológicas, poéticas...
La guerra sería un estado normal del ser social y la estupidez: el paraíso terrenal o aéreo o marino o estelar.
Cuando me cruzo con gente, me dicen: "'Bobo!" "¡Imbécil!" "¡Tarado!" "¡Pelotudo!"...
Se trata si, de un reconocimiento que no me identifica de raíz. Pero, como alguien me dijera con lástima, hace poco: "Soñar no cuesta nada", concepto estúpido que me coloca en el camino de Ser.

comentarios:

No me digás!
No puede ser...
Me equivoqué de tecla.
Bien
creo que se puede cambiar el destino ¿no?
Voy a ello...
...
¡Listo!
¿Ahora hay positividad, no?
Bien. Un abrazo.