LA MANO QUE APRIETA

viernes, 11 de diciembre de 2009

Sacudir la pandereta mientras tanto.

Pronto serán las diez de la mañana y posiblemente llegue a ese número horario escribiendo.
La situación apunta a lluvia.
Teóricamente, hoy debo abrir la librería más temprano pues Jorge, el señor que abre por las mañanas, tiene cita con un médico que va a revisar los misterios de su corazón.
Allá me espera un montonazo de fotografías antiguas para clasificar, que compró Enrique.
El público es incierto.
Lola está nel colegio.
Ayer envíe la Carta a Lino no Viñao. Ahora antes de ir a la librería, les mando a O Garrido y a Manolito.
Aún no son las 10 de la mañana.

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