LA MANO QUE APRIETA

domingo, 10 de mayo de 2009

tranvías

Hoy a la mañana, era un tranvía con el sonsonete de subirse a él a tiempo y ser o no ser aquel que se subió o no al tranvía que venía de la noche tardía.
Todo fue reflexión.
Preferí escribirle un "comentario" a Hugo que hacer una "entrada" en medio destas incógnitas.
Sucedieron los quehaceres y la tarde, ahora, recién empieza
hay tallarines, ñoquis y ravioles para elegir.
Lau me muestra el agujero de su culo
con humildad y temor, que calmo con diagnósticos antiguos.
Pues
los tranvías están aquí
casi al crepúsculo
entran por los ojos
y salen por el culo.

comentarios:

Un tranvía llamado Tallarín. Recuerdo este domingo al viejo Fasulo. Trabajó conmigo en La cortada de Carabelas. El nombre más hermoso que puede llegar a tener una calle. Trabajábamos en la frutería de Pepe Mercury. Un gordo de traje negro y habano. Con una cara enorme y con anteojos chiquitos. Ojos escrutadores. Pero no estoy acá para hablar de Pepe Mercury. Sino de Fasulo y su hijo oligo de 60 años. Todos los domingos me invitaba a comer tallarines a su casa. Mientras saboreábamos aquel bendito manjar, escuchábamos a Tito Schipa en su viejo Ramser. Todo aquello era normal. Ahora es algo mítico. Siempre he relacionado los domingos con Fasulo, pasta y Schipa. Buen provecho querido Joe.