el tranvía es un pretexto
Una forma práctica de volver al teatro, es embozarse la cara con seda roja. Por supuesto el resto de la cobertura es negra: sombrero aludo hasta las cejas, sobretodo largo con hechura de sotana, botas cortas con puntapie de acero y chapas en los tacos.
El laboratorio experimental consiste en introducirse en propiedades ajenas y hacer oir a sus ocupantes la risa nasal trepidante, o la susurrante... Hasta lograr la total atención del público expectante, lograr el anhelo escatológico del espectador, para entonces aparecer en escena e improvisar.
0 comentarios:
Publicar un comentario