LA MANO QUE APRIETA

jueves, 3 de julio de 2008

otra cosa

Páez aconsejaba, a sus hijos y a mí: "Siempre que te apuren, o estés atrasado para entregar un trabajo, hecháte a dormir".
El consejo del maestro Páez, si bien corresponde a otros tiempos tal vez menos conflictivos que los actuales, igual es universal. Tal vez hoy -como mampara, persiana- convendría recurrir a una dosis de Rivotril, para evitar, por ejemplo, una vigilia. Pues esa vigilia sería la antesala del Infierno. En cambio el sueño persiánico dispone el despertar mágico. El descubrimiento del nuevo mundo que estaba aquí en este mundo, como decían los pícaros Pauwells y Bergier.
Resolver eso permite trabajar mejor.

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