LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 18 de junio de 2008

De acuerdo. Supongamos que yo soy el papá...

En el 2002 (¿2003?). En el 2002, Duhalde paró la mano del kilombo con el "plan trabajar" (creo que así se llamaba) dándoles una mensualidad a los que más protestaban (teóricamente los más descastados y necesitados y los más capacitados para arrebatar y barrer con los demás). Hay que considerar que los millones de atrapados por el "corralito" (Donde estoy incluido), cumplieron, cumplí, con la asunción del boludo solemne. Cuestión que a los desposeídos (maestros argentinos de la vida) les importaba tres carajos (la boludez ajena). "¡Jodete por juntar dólares mientras yo me cagaba de hambre!".
Duhalde solucionó evitó "la guerra civil". El error (los errores políticos siempre son curiosos) fue colocar en la presidencia a Kirchner. La mano era "Kirchner o Menen". El flaco una vez con la sartén por el mango, se dijo "Esta es la mía" y aprovechando el diseño de Duhalde: darle guita a los bravíos tentempíos (aparte de los negocios íntimos, la ropa interior que que se confunde matemáticamente) llegó a la escenografía de una mujer presidenta en "el granero del mundo". Ahora el problema es mantener esa dieta. Cortarla es "temor caníbal". El resto es una cantidad de resoluciones punto cinco y el veinticinco por cinco por ciento más cinco que llama la atención porque nosotros somos ustedes y la segunda cuestión es hacer algún planteo que no se si estoy de acuerdo aunque no sea el mismo mensaje... A metros del general Belgrano.
Por tener un plazo fijo en dólares, estuve preso en la cárcel de Batam y me dieron por el culo con una manguera de incendio. No porque yo anduviera caceroleando indignamente por la ciudad. Fue la terapia que obtuve por recurrir a un servicio de asistencia municipal merced a mi estado depresivo. Caí en manos de un terapeuta tradicionalista que primero que nada recomendaba el enema violento, y luego si hacía falta, quimioterapia o tés de yuyos.

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