LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 21 de noviembre de 2007

puta del 90

Buscando imágenes paraqui, hoy empece a restaurar a la puta de 1990. Hay putas de los setentas, incluso de los sesentas, pero de esas solamente quedó el recuerdo. En cambio, la de 199o, aunque olvidada, aplastada por bártulos acumulados, llena de polvo y telarañas, siempre estuvo conmigo. Es más, cuando la arranqué de la puerta a la que estaba afianzada y la colgué del campanario al fondo, su sombra y perfil quedó en la puerta. Hace un par de días la bajé entre campanazos que ayudaron a desformarla más de lo que estaba y la apoyé sobre una superficie de madera lisa; la abrí un poco más de pìernas, cuestión de equilibrarla sobre la tabla y comencé a distribuirle materia para que se estabilice. Las primeras humedades están fraguando y supongo que dentro de un par de días la estaré maquillando. Son días de sol y eso ayuda.

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