LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 23 de abril de 2014

volatilidad de los cimientos







el aburrimiento se corporiza en una pesada mampostería que cae y aplasta a un fortuito paseante. Paseante o caminador que venía pensando, elucubrando felicidades y desgracias, entusiasmos que de alguna forma tenían que resolverse súbitamente. Castillo de naipes.


Selecciones del Reader´s Digest. Dic. de 1950.-

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