LA MANO QUE APRIETA

martes, 18 de febrero de 2014

Zevaco-Nostradamus

Por sobre los espejismos autoinducidos, su lectura fue definitiva, realizada en la época de las lecturas, como el Tarzán de los monos también de TOR que me permitió zambullirme en Thoreau y acurrucarme en los bosques de Estados Unidos y de Méjico.
Nostradamus de Zevaco en TOR, es una lectura que no intento reencontrar, pero que me permitió campear el Di Tella, ganarle a dos policías armados en Colombia y confiar, donde fuere, en lo imposible. O sea: avanzar ida y vuelta hasta nunca.
Lo unico que recuerdo del libro es a Nostradamus rompiendo (inutilizando) con una de sus manos el frasco de antídoto del veneno de un envenenado que desde el lecho final, mira su destino.

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