LA MANO QUE APRIETA

martes, 25 de septiembre de 2012

calesita del nunca jamás

Las calesitas que a mediados del siglo XX viajaban a la luna, estaban tripuladas por seis enanos y cuatro ángeles. Los enanos eran fundamentalmente agricultores, pero dos tocaban el acordeón, uno era flautista, uno tocaba el violín, había un guitarrista y uno solo, el más fundamentalista, cargaba una caja de herramientas útiles a la plomería. Los ángeles: dos usaban minifalda y los otros dos falda larga. Dos tocaban la trompeta. Uno llevaba una linterna a pilas y el último (uno de los que usaba minifalda) llevaba bajo el brazo el libro de mantenimiento de la calesita.
Con los avances técnicos del siglo que está sucediendo, las calesitas que chocan en el firmamento son epidemia y la luna a dejado de ser puerto seguro para la comunicación inalámbrica y tanto los enanos como los ángeles -epidémicos también- restauran sus calesitas en ignotas galaxias.

Bebilinda.

2 comentarios:

Los enanos giran alrededor de la calesita y los ángeles giran sobre sí mismos. A cada vuelta de un enano correponden cuatro vueltas de un ángel. Más o menos es el mecanismo básico de las calesitas o carrueselles siderales. Considerando las variables del radio de giro.

Para algunos hindúes una vaca es la reencarnación directa anterior antes de ser un humano, por lo que si se sacrifica a una vaca se retroceden 87 escalones de reencarnación.