En don Mode están los miles de millones de seres humanos.
El mar pareciera ser el mismo de siempre, predispuesto a una extrema longevidad planetaria. Sin embargo cada ola que se hunde en la arena, bajo el sol y la luna, desmiente a la ola anterior, es otra.
El pescador mejicano don Mode en la costa de Guerrero, fuma porro y contempla el océano. A las dos horas de estar en eso, sin que nadie lo escuche, musita: "La que se va a venir..."
Y continuamente lo inaudito sucede a lo inaudito.
comentarios:
9 de marzo de 2012, 6:19
Existen ya inmobiliarias que están loteando los vacíos cósmicos que existen entre las galaxias, pues están en funcionamiento complejos gravitacionales que viajan a través de los años luz como si se tratara de segundos y minutos de los que usamos nosotros.
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