una forma de contar la experiencia
Aduanas latinoamericanas y norteamericana, en el recuerdo.
En ellas está la clave de la odisea y del cansancio. En todas fuí recibido como sospechoso de alguna incertidumbre. Siempre fui sospechoso, en mi país de nacimiento, también. En algunas fronteras, me dejaron cruzarlas porqué les dí lástima o como que no se dieron cuenta quien era yo al sellar mi pasaporte. En Venezuela directamente no me dejaron entrar (en aquel momento de los setentas, Venezuela estaba saturado de argentinos).
Las fronteras que crucé, las crucé contra viento y marea, alguna vez rozando cárceles migratorias pero sin ingresar en ellas nunca. La prisión limeña del 69 fue por una confusión política y por mi falta de experiencia.
Al personal aduanero siempre le oculté que hacía teatro. Ahora, cuando estaba dentro del país de turno, mi obsesión era salir publicado en todos los medios posibles para que viniera público a pagar entradas. Me amparaba en que mi nombre artístico no era el de mi documento.
Una forma de contar aquel viaje de diez años recorriendo países americanos, sería rememorar aduanas. Aduanas de ida y aduanas de vuelta, con algún que otro picadito migratorio nel medio.
En ellas está la clave de la odisea y del cansancio. En todas fuí recibido como sospechoso de alguna incertidumbre. Siempre fui sospechoso, en mi país de nacimiento, también. En algunas fronteras, me dejaron cruzarlas porqué les dí lástima o como que no se dieron cuenta quien era yo al sellar mi pasaporte. En Venezuela directamente no me dejaron entrar (en aquel momento de los setentas, Venezuela estaba saturado de argentinos).
Las fronteras que crucé, las crucé contra viento y marea, alguna vez rozando cárceles migratorias pero sin ingresar en ellas nunca. La prisión limeña del 69 fue por una confusión política y por mi falta de experiencia.
Al personal aduanero siempre le oculté que hacía teatro. Ahora, cuando estaba dentro del país de turno, mi obsesión era salir publicado en todos los medios posibles para que viniera público a pagar entradas. Me amparaba en que mi nombre artístico no era el de mi documento.
Una forma de contar aquel viaje de diez años recorriendo países americanos, sería rememorar aduanas. Aduanas de ida y aduanas de vuelta, con algún que otro picadito migratorio nel medio.
2 comentarios:
16 de enero de 2012, 14:17
Compadre: Para aduanero Remigio esta en el DF y esta tan duro, por que no deja salir ni entrar a naides,muchas gentes pierden sus vuelos,otros ya han formado familias,jovenes - que fueron Niños -cuando el Remigio estaba en la guardia de las Fronteras, ahurita están con el SubComandante Marcos en Tamaulipas.Pero sabe UD mi Cuate, naides le dío publicidad,nunca ni en la difuntos aparecio su mención.Es asi,nomas.
¿Vio los techos de Coamala?
¿Verda que estuvo en Penjamo?
¿Cierto que tiene el traje de Cantinflas?
No olvide sus limpias mi Cuate!
17 de enero de 2012, 12:55
Qui?ubole mi Cuate? Pos que anduve corto con lo del Remigio,lo mandarón a Tijuana,y no queria que entrara ni saliera naides,pos casi como 3 dias,hasta que vinierón los Rangers y le dierón una sofera paliza,y ya me dio muerto decia...Aqui no me entra naides!!!
Dizque habia leído que Rousseau era Aduanero,y que el en el Centro Espirita de Veracruz habia sido tomado por su espiritu y alli nomás que no pasaba ni con los tanques pos...Es asi,son historias
mi Compadre
Y UD como anda ¿Hizo sus limpias?
¿Verda que se tomo sus pulque con el SubComandante Marcos?
¿Y al final le guino el ojo el ajolote que esta Xochimilco?
El Gregorio sigue pos con El Putas Delivery en El Paso,y ya no habla con naides,ahurita esta vestido como-el dizque-Alejandro Dumas....
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