LA MANO QUE APRIETA

viernes, 20 de enero de 2012

Balnearia

El calor arrecia. El sol quema. En la costa atlántica, en las playas, hay viento y el agua esta fresca. Ha medida que el veraneante se adentra más en lo profundo el agua está más fresquita, más helada. Tan fría está que el nadador en cuestión puede obtener una buena muerte por congelamiento.
El boticario y famoso promotor turístico Dante Alighieri, en los albores del 1300, habló de la estrambótica maravilla del agua helada.

Cuaderno recortes No. 2. (fragmento de pág.)

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